Leopoldo Arnaiz propone incorporar gemelos digitales para anticipar los retos urbanos del mañana
Entrevista con Leopoldo Arnaiz Eguren, presidente de Arnaiz, empresa líder en planificación urbana y desarrollo inmobiliario global
El urbanismo del siglo XXI está siendo moldeado por la inteligencia artificial (IA) y los gemelos digitales, tecnologías que ofrecen una nueva forma de analizar y gestionar las ciudades. Estas herramientas permiten anticipar escenarios, optimizar recursos y tomar decisiones más informadas, ayudando a construir entornos urbanos más equilibrados. Pero su adopción no está exenta de desafíos: falta de coordinación institucional, resistencia a compartir datos y marcos legales poco actualizados. En esta entrevista, Leopoldo Arnaiz Eguren, presidente de Arnaiz, analiza cómo la IA puede impulsar la creación de espacios sostenibles, eficientes y habitables.
¿Por qué es importante repensar la manera en que planificamos las ciudades y territorios?
El territorio transformado por el ser humano es un sistema interconectado en el que cada acción genera efectos que se propagan más allá de su entorno inmediato. Por eso, es fundamental contar con un análisis integral que garantice un uso racional de los espacios, respetando los límites naturales y optimizando los recursos.
Desde Arnaiz, consideramos que una planificación coherente facilita la gestión, reduce los costes y mejora la calidad de vida. Sin embargo, la fragmentación de competencias entre administraciones genera conflictos que obstaculizan un análisis global del territorio. Es necesario, por tanto, reformar el modelo actual mediante una mayor coordinación institucional o con la ayuda de nuevas tecnologías que reduzcan tiempos y mejoren la resiliencia ante el cambio climático.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial en este nuevo paradigma urbano?
La IA y los gemelos digitales proporcionan la capacidad de simular y prever los efectos de los desarrollos urbanísticos antes de ejecutarlos. Estas herramientas no solo ofrecen una visión más completa del territorio, sino que también ayudan a detectar posibles impactos y oportunidades.
Uno de los grandes retos es la cooperación en el intercambio de información. Hoy, sigue siendo más sencillo generar bases de datos nuevas que aprovechar las que ya existen. La inteligencia artificial puede resolver esta fragmentación, integrando datos de distintas fuentes y creando sistemas de análisis más robustos.
Gracias a los gemelos digitales, es posible representar una ciudad como un organismo vivo que combina infraestructuras, consumo energético, movilidad y viviendas. Esta capacidad permite planificar los espacios de forma más eficiente y adaptada a las necesidades reales de la población.
¿Qué tipos de IA se están utilizando actualmente en el ámbito urbano?
En los proyectos de Smart City, impulsados por los fondos Next Generation, se utiliza IA para analizar grandes volúmenes de datos urbanos. Sin embargo, el avance más importante vendrá con la automatización de la monitorización territorial y la evaluación de la viabilidad de los proyectos en tiempo real.
Un ejemplo es el del Ayuntamiento de Madrid, que desarrolla un sistema de IA para verificar automáticamente si los proyectos BIM cumplen la normativa urbanística. También se aplica la IA en la gestión del tráfico, donde analiza patrones, ajusta semáforos y mejora la seguridad peatonal, favoreciendo una movilidad más eficiente.
¿Qué diferencia aporta la IA frente a las herramientas tradicionales del urbanismo?
El urbanismo ha pasado de los planos manuales a las plataformas digitales. Herramientas como CAD y GIS facilitaron la representación del territorio, pero la IA va más allá: permite simular escenarios futuros, automatizar cálculos y reducir la incertidumbre en la toma de decisiones.
Aun así, la digitalización de los planes urbanísticos necesita un marco legal que respalde su validez. Un avance significativo fue el Programa de Urbanismo en Red, promovido por Red.es y desarrollado por Arnaiz, que unificó criterios para la gestión territorial. La inteligencia artificial supone el siguiente paso: incorporar la analítica predictiva al proceso de planificación.
¿Qué ciudades están aplicando la IA con resultados concretos?
En Estocolmo, la IA regula el tráfico de forma dinámica, ajustando los semáforos para reducir la congestión. En Barcelona, la inteligencia artificial se integra en su modelo de Smart City, facilitando la participación ciudadana mediante plataformas que permiten comunicar incidencias en el espacio público.
En Singapur, la IA se ha convertido en una herramienta esencial para la gestión urbana. Su plataforma digital combina datos de tráfico, clima e infraestructuras, permitiendo una planificación más eficiente y un control exhaustivo del crecimiento urbano.
¿Qué riesgos conlleva dejar decisiones urbanas en manos de algoritmos?
Toda automatización implica riesgos, pero también los tiene la falta de innovación. En la planificación urbana, las decisiones se toman de forma deliberativa y con la participación de múltiples actores. En este contexto, la IA debe entenderse como un apoyo técnico que aporta precisión y agilidad, pero sin sustituir el juicio humano.
¿Cómo imagina el futuro del urbanismo impulsado por la inteligencia artificial?
Para Leopoldo Arnaiz, el urbanismo del futuro será una disciplina más digital, colaborativa y orientada a los datos. La IA permitirá conectar los sistemas territoriales con la realidad del entorno, involucrando a gobiernos, empresas y ciudadanos. El resultado: espacios y viviendas sostenibles, eficientes y habitables, en ciudades que respondan con inteligencia y equilibrio a los desafíos del cambio climático y la transformación social.